Cometer un crimen en la antigüedad, faltarle el respeto a la autoridad o traicionar a tu gente, te hacía merecedor de un castigo
que hoy, a todos nos resulta de lo más extremo y brutal. Podía tratarse
de una humillación, una tortura sumamente dolorosa o una muerte lenta y
terriblemente cruel. Mantén el aliento e intenta no fruncir el ceño
mientras te presento algunos de los castigos y
las ejecuciones más brutales de la historia.
5. El hervidero
Probablemente
alguna vez has cocinado salchichas o perros calientes, ya sabes, tomas
una olla, la llenas de agua y la dejas al fuego hasta que hierva para
luego, verter las salchichas y esperar a que se cocinen. ¿Imaginas hacer
eso con seres humanos? Sin lugar a dudas, esto tremendamente cruel, pero existe evidencia de que a lo largo de la historia
y en diferentes culturas, se ejecutaba a los criminales colocándolos en
ollas gigantes con agua hirviendo. En China, arqueólogos han encontrado
restos que así lo evidencian y que datan de unos 500.000 años de
antigüedad. Además, se sabe que en los años 1500, éste fue un método de
pena legal en Inglaterra, se colocaba la víctima en una olla gigante y
se le hacía hervir a fuego lento hasta la muerte, en agua o aceite.
4. Desentrañamiento
El
desentrañamiento o
evisceración era otro de los
castigos más crueles que
existían. Se empleaba para castigar a ladrones y acusados de adulterio,
desarrollándose en varios lugares, como por ejemplo: Inglaterra,
Holanda, Bélgica y Japón. Esta ejecución consistía en arrancarle uno,
varios o todos los órganos vitales a la víctima, especialmente desde el
abdomen. En Japón, ésta práctica también tenía mucho que ver con el
harakiri o
seppuku, un suicidio ritualístico entre los samuráis, en el cual se auto profería un corte en el abdomen con su propia katana. En la edad media,
el método también se aplicó de diversas formas, entre ellas, una o
varias ratas en un recipiente y colocando éste en el abdomen de la
víctima. Las ratas, encerradas, comenzaban a morder y a excavar el
abdomen de la víctima como si cabasen un túnel para escapar y
alimentarse de las vísceras.
3. La aserradura
La aserradura consistía en el amordazamiento de la víctima a una estructura
especialmente diseñada para la ocasión, en la cual la víctima, desnuda,
quedaba colgando en forma vertical pero con la cabeza hacia abajo. Atado
de piernas y brazos, con cada extremidad extendida hacia los extremos
de la estructura, la figura de la víctima quedaba como una estrella
invertida. A partir de la ingle, dos verdugos comenzaba a aserrar desde
el centro (exáctamente entre las nalgas) hacia abajo, es decir, hasta
llegar a la cabeza. Con un dolor inimaginable, un incontrolable torrente
de sangre y la consciencia suficiente como para sufrir por varios
minutos, vomitando más de una vez, la víctima era literalmente partida
en dos mitades. Éste método se utilizó en varias partes de Europa, el imperio romano y también en Asia, desde los años 300 a.C., hasta el siglo XV.
2. La lenta rebanada
Éste fue uno de los métodos de ejecución más terribles pero también de
los más empleados en la China de entre el año 900 a.C., y hasta
principios del siglo XVIII inclusive. Se lo conocía como el “
Ling Chi”, que significa algo así como “
muerte lenta”,
pues la idea esencial era la de humillar y hacer sufrir a la víctima
lentamente, por un largo tiempo, hasta la muerte, aunque también figura
en diversos documentos históricos bajo el nombre de “muerte por mil
cortes”. Consistía en la descuartización de la víctima por medio de una
gran cantidad de pequeños cortes. La víctima era atada a un poste y
generalmente se la drogaba con opio, para que fuese capaz de resistir
más tiempo y no desmayarse, además de así poder ver los trozos de carne
que se colocaban frente a él. El final consistía en la decapitación o la
extracción de un órgano vital, como por ejemplo el corazón.
1. El despellejamiento
Sin lugar a dudas, el despellejamiento fue
el castigo mas cruel
y menos civilizado de la historia. Como no es difícil de imaginar,
consistía en despellejar viva a la víctima, quitándole absolutamente
toda la piel del cuerpo de forma tal en la que ésta se mantenía con vida
hasta el final. Se practicaba especialmente durante la edad media, aunque existe evidencia de que ésta práctica era mucho más
antigua,
aplicándose a criminales, soldados capturados en batallas y acusados de
brujería, miles de años atrás en Oriente Medio y África. El
despellejamiento se hacía públicamente y las pieles resultantes se
colgaban en lugares donde luego todos podían verla para así, dejar la
lección siempre presente.
Fuente: ojocientifico.com